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Tengo un ibeacon… ¿y ahora qué?

Imagina que vas a un estadio de fútbol a ver un partido y tu smartphone no sólo te ofrece descuentos personalizados para el bar y la tienda del estadio sino que además, te guía exactamente hasta tu asiento. O que estás en un centro comercial y recibes ofertas personalizadas a lo Minority Report pero en tu smartphone, ¿crees que esto es cosa del futuro? Pues la realidad es que ya existe y se llama ibeacon.

El sistema ibeacon es una creación de Apple basado en una tecnología bluetooth Low Energy (BLE). Como bien define Javier Pastor en la web Mobile World Capital, funcionan como “testigos silenciosos de nuestro paso por todo tipo de entornos físicos”. Por lo tanto, detectan la presencia de un dispositivo (deben ser móviles compatibles con esta tecnología) y permite enviar información de interés para el usuario en su smartphone.

Marketing de Proximidad

Esta tecnología es un paso agigantado para el Marketing de Proximidad. Esto se debe a su gran capacidad de microgeolocalización, que permite detectar un dispositivo en un rango de 50 metros frente a los 4 centímetros de los sistemas NFC. Pero, ¿para qué podemos utilizar la microgeolocalización? Pues para realizar recorridos guiados dentro de edificios, pues cuenta con coordenadas de GPS fijas. De esta manera, se puede guiar a un usuario por un museo, enviar descuentos en zonas concretas de una tienda, dirigir a un usuario hasta su asiento en el cine, etc.

Tengo un ibeacon... y ahora qué

Ibeacons y pagos móviles

Otro de los usos a los que se le está dando vueltas es a los pagos móviles a través de los ibeacons. Una de sus grandes ventajas, como explica el presidente de Paypal, David Marcus, es que no necesita app ni registro previo ni GPS, única y exclusivamente bluetooth Low energy. Sin embargo, Apple apuesta más en este caso por la tecnología NFC para este cometido, después de su última Keynote en la que presentó el sistema de pagos Apple Pay.

Los ibeacons y el Big Data

Como hemos dicho anteriormente, los ibeacons son balizas que detectan a los dispositivos compatibles que pasan cerca. Miden a cerca, media y larga distancia y reconocen concretamente el identificador único del smartphone y la información asociada a éste (aunque es importante recalcar que el usuario es anónimo, lo que detecta es sólo el identificador único de cada dispositivo). Y esta información asociada se puede utilizar para llevar a cabo acciones de publicidad y marketing personalizadas para mejorar la experiencia del cliente y adaptarse a sus necesidades.

Casos de éxito de iBeacons

El estadio Citi Field de los New York Mets fue uno de los primeros en poner en marcha un proyecto basado en tecnología ibeacons para guiar a los usuarios a sus asientos, mostrarle puntos de interés, ofertas y promociones, etc.

Los cines Odeon de Inglaterra están trabajando en la implantación de ibeacons en sus salas para enviarles información, trailers, avisos del comienzo de la película y vigilar el recorrido de los usuarios para mejorar las instalaciones, entre otros usos.

Gafas Tzukuri, unas gafas «anti pérdida» que llevan integrada la tecnología ibeacon y están conectadas con el iphone, de manera que si las perdemos, nuestro dispositivo nos avise dónde están.

Bar Kick en Shoredith (Londres) ofrece revistas digitales para iPads gratis a través de ibeacons. Los clientes pueden pedirse algo y les entra una ficha que desbloquea el acceso a la prensa contratada por el establecimiento. Una vez sale del local, esas publicaciones se bloquean y si le ha resultado interesante, los usuarios tienen la posibilidad de suscribirse.

Be here, una app de control de asistencia a clase con ibeacons.

¿Conoces algún otro caso de éxito? ¿Se te ocurre alguna idea más en la que utilizar ibeacons?